Ni en el más optimista de sus sueños Phil Mickelson (70 golpes, -7) podía haberse imaginado liderando la prueba a falta de sólo 18 hoyos para su finalización. Pero así es el Golf. Imprevisible. Dado a bajar a la tierra a quienes comienzan a creerse con propiedades divinas y, del mismo modo, encumbrando a los altares a simples mortales. Y eso que Lefty llegaba a la cita muy lejos del grupo de favoritos y con el runrún del público por haber aceptado recientemente una invitación para participar en el US Open que tendrá lugar en Torrey Pines en apenas unas semanas -una wildcard que hace unos meses se apresuró en señalar que no aceptaría de ninguna de las maneras-.
Pero a un jugador que cuenta en su palmarés con 44 títulos en el PGA Tour –cinco Majors entre ellos- no le iba a quitar el sueño lo que dijeran sobre él en los reducidos círculos de este deporte. Y haciendo gala de aquello de “y lo que digan los demás esta de más” se aventuró en la cita del Ocean Course de Kiawah Island sin nada que perder y con mucho que ganar. Un torneo que lidera en solitario cuando nos aventuramos en una jornada de domingo que le va a dar la oportunidad de lograr algo reservado a los mejores de la historia: levantar un Major a menos de un mes de cumplir 51.
Todavía queda un mundo, es cierto. Y lo pudo comprobar de primera mano en esta jornada del movimiento cuando mejor se encontraba. Y el que el deportista de San Diego llegó a alcanzar los dobles dígitos en negativo tras su quinto birdie del día en la décima bandera. Hasta ese momento, el norteamericano no se había anotado ni un solo error y se aprovechaba del cambio de viento que experimentaron los últimos partidos del día. Pero todo dio un giro en el 12. Aquí, el infortunio de enviar la bola a un bunker desde el tee y que se quedara mal colocada le obligó a perder un golpe colocándola en calle y a anotarse el primer error del sábado.
Aunque mucho peor fue lo que ocurrió unos minutos después, cuando en el 13 encontró el agua desde la salida, lo que le obligó a ir a remolque el resto del hoyo. Resultado: doblebogey y la parte alta que se comprimía en exceso. De hecho, tanto lo hizo que Brooks Koepka (70 golpes -6), con quien compartirá duelo final -entre los dos suman tres US PGA-, se llegó a situar líder en un momento de la velada. Sin embargo, un error suyo en el 18 le permitirá a Mickelson salir con ventaja en el duelo final, situándose dos por encima de Louis Oosthuizen (72 golpes, -5) y tres de su compatriota Kevin Streelman (70 golpes, -4).
Por lo que respecta a Jon Rahm (72 golpes, +3), nuestro único representante el fin de semana, no pudo pasar del par y todavía no ha entregado una sola cartulina en números negativos. Y eso que el sábado lo tuvo al alcance de la mano, pero los errores en los hoyos finales -unido a dos bogeys en el 17 y el 18– le hicieron pasar por caja y ver la posibilidad de finalizar en el Top 10 como una quimera.
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