A buenas horas se iba a colocar uno delante de la bola si un amigo tuviera el palo en las manos y le dijera que iba a practicar los flop shots. Sin embargo, la cosa cambia cuando quien te lo pide en uno de los mejores jugadores del planeta y, sin lugar a dudas, quien más ha hecho por este tipo de golpe a lo largo y ancho del mundo en los últimos años.
Esto fue lo que le sucedió a este aficionado que viajó hacia Carnoustie para seguir de cerca las primeras horas de un Open Championship que se antoja emocionante en todos sus compases. Y además, sin comerlo ni beberlo, se encontró siendo el conejillo de indias de un Phil Mickelson que volvió a demostrarnos la enorme clase que atesora en sus manos.
it appears that Phil has not, in fact, lost his mojo pic.twitter.com/j2J0e6dTGY
— Dylan Dethier (@dylan_dethier) 17 de julio de 2018