Quién se lo iba a decir al bueno de Bryce Molder nada más acabar los nueve primeros hoyos de su ronda en el espléndido Colonial CC de Fort Worth (Texas). Tras su primera parte del recorrido, el jugador estadounidense no había hecho otra cosa que sellar el par en todas las banderas que había disputado hasta el momento. Pero eso se revertió en un abrir y cerrar de ojos. Como si de un ilusionista se tratara, Molder le dio la vuelta a la situación hasta el punto de que en estos momentos es el único jugador que se ha marchado este jueves a Casa Club con el -6 en su marcador –seis birdies sin fallo tuvieron la culpa-.
Y es que el Dean & DeLuca Invitational está preparado para traernos este año más emociones fuertes que nunca. No hay nada más que ver la tabla, pues detrás de Molder se agolpan hasta tres jugadores a un solo golpe. Se trata del indio Anirban Lahiri y los estadounidenses Webb Simpson y Patrick Reed –estos dos últimos calcando los guarismos con seis birdies y un único bogey-.
El local Jordan Spieth (-3), principal favorito para hacerse con la victoria en el salvaje oeste, también ha comenzado con buen pie su segundo torneo consecutivo en casa. El actual número dos del mundo se ha valido de cuatro birdies y de un solitario bogey para situarse muy cerca de la cabeza de la cabeza de la tabla y ha podido comprobar en primera persona cómo el viento puede hacer que una misma jornada parezca diferente en función del turno al que le toca jugar.
La sorpresa agradable ha sido la vuelta a los campos de Stewart Cink (+2), a quien hace pocas semanas le veíamos retirarse momentáneamente de la competición debido a la enfermedad diagnosticada a su mujer.