Tras un final como el vivido el pasado domingo en Augusta siempre hay dos caras de la misma moneda: una, la de la felicidad por el triunfo -esta vez interpretada a las mil maravillas por Tiger Woods; y dos, la de la derrota -que muchas veces pasa prácticamente inadvertida-. Por eso hoy vamos a romper una lanza por el que fue el mayor damnificado por los últimos 18 hoyos del primer Major de la temporada: Francesco Molinari.
El jugador italiano manejó a la perfección 65 hoyos de los 72 de los que constaba el campeonato, pero sin embargo pasará a la historia por ser aquel al que Tiger le birló el triunfo después de haber cometido dos doblebogeys en las siete últimas banderas. Una imagen que no hace justicia a la gran semana protagonizada por el europeo, pero que tampoco molesta al turinés, a quien no se le han caído los anillos al reconocer sus fallos en las últimas horas de evento.
Es más, el mismo domingo Molinari quiso quitarle hierro al asunto rompiendo con esa imagen de seriedad con la que se le caracteriza y mostrando su mejor cara ante los periodistas en la rueda de prensa posterior. “Creo que hoy me he ganado unos cuantos fans más por esos dos doblebogeys”, reconoció con una sonrisa el italiano, consciente de que no había una sola persona en todo el Augusta National que no quisiera ver a Tiger enfundado en su quinta Chaqueta Verde.
“Analizándolo, lo cierto es que solo cometí un par de errores en los últimos nueve hoyos. Aunque el del 12 fue especialmente duro mentalmente. Tanto Pello como yo decidimos que ese era el tiro correcto. Simplemente no le golpeé lo suficientemente fuerte por alguna razón. Lo hice lo mejor que pude”, sentenció el transalpino.