Han tenido que pasar quince años para volver a ver como Tiger Woods se enfundaba una nueva Chaqueta Verde, la quinta en su carrera deportiva. Una Chaqueta Verde diferente a las demás ya que entre aquella y esta, el californiano ha tenido que pasar cuatro veces por el quirófano y aguantar como desde todos los puntos del planeta le decían que estaba acabado.
Una ceremonia que se ha producido como es habitual en la Casa Club del Augusta National, la única ceremonia en este 2019 ante la suspensión, a causa de la previsión de lluvia, que normalmente tiene lugar minutos más tarde en el icónico campo de golf. La prenda ha venido de la mano de su amigo y compañero de equipo en la Ryder Cup Patrick Reed ante la mirada del presidente del Club Fred Ridley y del noruego Viktor Hovland, el mejor jugador amateur en esta 83 edición del Masters de Augusta que ya es historia.
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— Masters Tournament (@TheMasters) 14 de abril de 2019