Quién diga que el golf es un deporte tranquilo se equivoca y si no que se lo pregunten a Pablo Larrazábal cuando aquel 18 de abril de 2014 vivía uno de los momentos más terroríficos de su carrera, según sus propias palabras, mientras disputaba la segunda jornada del Abierto de Malasia.
El catalán jugaba el quinto hoyo en el Kuala Lumpur Golf & Country Club (14 de su vuelta) cuando notó un insecto sobre su nariz, según informa el Tour Europeo, pero al intentar quitárselo otros acudieron a su alrededor picándole en el rostro y en la cabeza por lo que a indicaciones de su caddie salieron corriendo de la zona.
«Su tamaño eran tres veces más grandes al de las abejas«, dijo Larrazábal «Eran enormes y, como 30 o 40 de ellas comenzaron a atacarme a lo grande. Yo no sabía qué hacer. Mi caddie me dijo que corriera, así que empecé a correr como un loco, pero los avispones seguían allí, por lo que otros jugadores me dijeron que saltara al lago.»
«Corrí hacia el lago, tiré mi tarjeta, me quité los zapatos y me lancé al agua. Fue el momento más terrorífico de mi carrera, seguro. Nunca he estado tan asustado«, aseguraba el español en aquellos momentos.
Cuando el jugador de 30 años de edad fue a ponerse de nuevo su polo una nueva oleada de avispones volvía al ataque por lo que los últimos cinco hoyos los tuvo que jugar con uno prestado por la organización.
«Los árbitros y un médico me llevaron aparte y me pusieron un par de inyecciones. Tras ello me sentí mucho mejor y pude continuar. Sin la ayuda de los árbitros no podría haber terminado la ronda, porque yo no estaba en condiciones para jugar al golf«, añadió.
Larrazábal firmó el birdie en ese hoyo y acabó su vuelta con una tarjeta de 68 golpes, -4, para un acumulado de -2 por lo que el fin de semana pudo estar presente en el Kuala Lumpur GC. «Mañana será muy pero que muy atemorizante jugar ese hoyo. No estoy seguro de lo que voy a hacer, pero lo jugaré lo más rápido que pueda«, decía.
Finalmente, el jugador español terminaba en la octava plaza después de entregar dos notables cartulinas bajo par (70 y 67) en un evento en el que se imponía el inglés Lee Westwood con -18 y siete de diferencia sobre Colsaerts, Oosthuizen y Wiesberger.
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