En momentos así ni los grandes deportistas se libran de los recortes. Y es que, al igual que estamos viendo con el fútbol dentro de nuestro país -donde hemos sido testigos en los últimos días de los denominados ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) en muchos clubes para evitar que estos acarrearan con el sueldo de los jugadores ahora que toda actividad se encuentra en punto muerto-, el mundo del Golf tampoco podía ser ajeno a esta problemática. Lo que ocurre que aquí, en lugar de los jugadores, los grandes damnificados están siendo los hombres fuertes de los circuitos.
Y es que, tal y como hemos podido conocer a través de un informe publicado hace unas horas por GolfWeek, el comisionado del PGA Tour Jay Monahan ha renunciado a su imponente salario mientras dura esta situación. “El multimillonario salario que percibe el directivo del circuito americano quedará suspendido y, además, su equipo de trabajo en la gerencia del Tour tendrá un recorte salarial de un 25 por ciento durante este período indefinido”, afirman desde el medio de las barras y las estrellas.
Y es que en apenas diez días hemos tenido muchas sensaciones enfrentadas que nos han acabado llevando a esta situación: por una parte nos invadió la alegría cuando el TPC Sawgrass abrió sus puertas para la disputa del quinto Grande -aunque a la postre se acabaron disputando sólo 18 hoyos– pero, conforme pasaban las fechas, íbamos contemplando apesadumbrados cómo el PGA Tour iba cancelando campeonatos hasta llegar al Masters de Augusta y al PGA Championship, que han visto retrasar su inicio por culpa de la crisis provocada por el coronavirus.
Todo esto por no hablar de que todavía no contamos con la certeza de que el resto de Majors (US Open y Open Championship) puedan celebrarse. Esto hace que, ante la inseguridad que genera lo desconocido, muchos opten por cubrirse las espaldas en cuanto a lo económico.