El estadounidense fue capaz de lograr el Golpe del Día sobre la hierba del Colonial unos minutos antes de perder el torneo en el PlayOff
El Golf nos deja en ocasiones estos momentos tan extraños. Y es que, en cuestión de unos pocos minutos, un jugador puede pasar de embocar un purazo de 15 metros en el hoyo 14 para tomar la delantera del campeonato a marrar un putt de apenas un metro de distancia con el que despedirse de la victoria. Collin Morikawa lo vivió en sus carnes este pasado domingo, que lo vio encumbrarse a los cielos y descender a los infiernos con el putter con unas pocas bandera de diferencia.





