Sensación muy agridulce la que nos deja la primera jornada del Omega European Masters en el Crans-sur-Sierre GC, uno de los escenarios míticos del European Tour. Y es que a pesar de contar con dos españoles entre los diez mejores clasificados entre la nutrida presencia que ha llevado esta semana la Armada a Suiza, el grueso de la expedición española ha presentado unos guarismos por encima del par del campo y en estos momentos estarían virtualmente eliminados de la competición a las primeras de cambio.
Aunque que no cunda el pánico y disfrutemos de las dos grandes rondas que nos han dejado tanto Nacho Elvira (66 golpes, -4) como Pablo Larrazábal (67 golpes, -3), nuestros dos principales artilleros. El cántabro, de hecho, continúa con la tendencia alcista de los dos últimos torneos que disputó -un Top 24 en el Nordea Masters y un Top 18 en el Masters de la República Checa-, con un torrente de juego que le ha permitido situarse provisionalmente en la sexta plaza.
Todo ello gracias a la ayuda de seis birdies y solo dos bogeys que le permiten en estos momentos quedarse a un impacto de la segunda plaza y a dos del alemán Maximilian Kieffer (64 golpes, -6), la voz cantante de estas primeras horas en el país helvético con la ayuda de de una pulcra tarjeta con siete birdies y un fallo. Pero si de un error en el día hablamos hemos de hacer mención al catalán Pablo Larrazábal, quien ha completado un gran recorrido con cuatro birdies para irse a la décima posición.
Del resto de la actuación de los nuestros poco más reseñable, si acaso el uno sobre par de Adrián Otaegui (71 golpes, +1) y de Gonzalo Fernández-Castaño (71 golpes, +1), en estos momentos a un impacto de la zona de corte. Scott Fernández (72 golpes, +2), Alejandro Cañizares (72 golpes, +2), Pedro Oriol (72 golpes, +2), Miguel Ángel Jiménez (74 golpes, +4), Jorge Campillo (74 golpes, +4) y Carlos Pigem (77 golpes, +7) deberán mejorar sus prestaciones si no quieren hacer las maletas antes de tiempo.