Si alguno pensaba que le podía pasar factura la presión en la última jornada del The Greenbrier es que no conoce lo más mínimo a Joaquín Niemann (64 golpes, -21), quien llevó a cabo la cuarta exhibición de la semana sobre la hierba de The Old White TPC para adjudicarse la que ya es su primera victoria histórica en el PGA Tour. Un triunfo al que le viene aparejado un récord al alcance de muy pocos: el chileno es el tercer jugador no americano tras Seve y Rory que consigue alzar la copa en un torneo del mejor circuito del mundo antes de los 21 años.
Bien es cierto que le costó un poco entrar en calor, pero cuando lo hizo fue una máquina infalible que acabó convirtiendo un birdie tras otro hasta aventajar en seis impactos a Tom Hoge (65 golpes, -15), su principal perseguidor. En concreto, el jugador sudamericano no despegó hasta la segunda parte de su recorrido, una circunstancia que hizo que las diferencias se estrecharan en la tabla. De hecho, los dos birdies y el bogey acumulados en las nueve primeras banderas propiciaron que incluso le igualaran en el marcador.
Sin embargo, Niemann tenía reservado lo mejor para el final. Seis birdies y un solitario bogey en las nueve últimas banderas dieron al traste con la posibilidad de ver un final apretado y elevaron el juego de un golfista que a buen seguro veremos ya esta temporada por la parte alta de la clasificación en muchos torneos.
Unas estadísticas del 72 por ciento de greenes en regulación y, sobre todo, los casi tres golpes de media con respecto al field que ganó en las inmediaciones de bandera fueron demasiado para sus rivales. Así pues, estreno por todo lo alto en el curso para un deportista llamado a marcar época.