Un cohete llamado Anna Nordqvist pasó el sábado por la Founders Cup de Phoenix (Arizona) y ha colocado la incertidumbre en la zona alta cuando apenas quedan unas horas para dar por finiquitado el campeonato. La jugadora sueca arrasó en una de las mejores actuaciones del presente año con una vuelta a la que nadie pudo hacer frente (61) para irse hasta el 21 bajo par y situarse en estos momentos como la gran favorita para estrenar el casillero de victorias del viejo continente en 2017 en el LPGA.
La golfista nacida en Eskilstuna mandó con mano de hierro desde primera hora de esta jornada del movimiento y comenzó a imponer un juego de muchos quilates que la llevó a entregar una tarjeta con la nada desmerecedora cifra de ¡9 birdies y un eagle! Esto, unido a que huyó de los fallos con unas estadísticas envidiables –cogió 13 calles de 14 y solo marró dos greenes en regulación de los 18 de este Wildfire Golf Club-, ha posibilitado que la deportista escandinava tenga ante ella la posibilidad de levantar su séptimo torneo en la gira más prestigiosa del Golf femenino.
Por detrás de ella aparecen la tailandesa Ariya Jutanugarn (66 golpes, -19) y la estadounidense Stacy Lewis (66 golpes, -19), quienes calcaron los números para ganarse un hueco en los dos últimos partidos del domingo –la asiática compartirá el día junto con la sueca, mientras que la norteamericana se las verá con la surcoreana So Yeon Ryu (64 golpes, -18).
Por lo que respecta a la presencia española, Azahara Muñoz (73 golpes, -6) –quien recordemos que se quedó sola representando a la Armada el pasado viernes- no pudo seguir con los registros acumulados bajo par de los dos primeros días de competición y se fue hasta los 73 golpes, uno por encima del par –dos bogeys y un solitario birdie tuvieron la culpa- para retroceder puestos hasta el T67 y quedarse muy lejos de las primeras posiciones del evento.