Lo que ha logrado el jugador sueco en esta temporada, y más concretamente en los últimos cuatro meses, está levantando un gran revuelo en Estados Unidos. Primero, por sus números –suma en este 2016 las mismas victorias que las conseguidas en todos sus anteriores años como profesional-. Y segundo por el grandísimo juego que le ha llevado hasta donde está ahora mismo, siendo el golfista más en forma del mundo. ¿Cómo si no iba a pelear a estas alturas por la Race to Dubai teniendo en frente al ganador de la Chaqueta Verde, al actual guardián de la Jarra de Clarete y a Rory McIlroy, número uno del golf mundial durante muchos meses en los últimos tiempos?
Pocas veces se había dado esta circunstancia, pero es así. El deportista nórdico, pese a irse de vacío de los cuatro Grandes –no participó en Augusta, falló el corte en Oakmont y acabó en el T46 y T49 en The Open y el PGA Championship, respectivamente- es uno de los cuatro jugadores que tiene en su mano llevarse a casa el 1,25 millón de euros de bonus por acabar en todo lo alto de esta clasificación que premia el trabajo y los triunfos de toda una temporada. Y para ello le sirve cualquiera de estas dos posibilidades: que gane en el DP World Tour de Dubái y que Stenson no quede segundo o quedar segundo y que Stenson se quede fuera de los ocho mejores y Willett de los dos primeros.
“Estar en esta situación me parece increíble”, afirmó Noren tras conquistar en Sudáfrica su cuarto título del curso. “He intentado entrar en este torneo durante tantos años que parece asombroso que haya podido ganar. Jugar con Stenson ha sido muy agradable. No había coincidido con él en los últimos cinco años, así que he aprovechado para conocerle algo mejor y hablar un poco de sueco”, bromeó el ex de los Cowboys de Oklahoma State, que no pasó la oportunidad de agradecerle a su caddie el haber llegado a esta situación.
“Ha sido la mejor temporada de mi vida y mi caddie tiene gran parte de culpa. Me ayuda un montón, tratando de mantenerme paciente y haciéndome tomar las decisiones correctas en cada momento. Le debo mucho. Gracias a él esta próxima semana estaremos en Dubái. Será genial, porque también bajará mi familia de Suecia y podremos estar todos reunidos”, sentenció. Mucho tendría que cambiar el panorama para que la Race to Dubai no se la llevara Stenson, pero a nadie le importaría si Noren se mete por medio. Sería el colofón a un 2016 de ensueño.