Llevamos bastante tiempo avisando de que el conflicto entre el PGA Tour y el LIV estaba empezando a ser, amén de una disputa que se ha acabado por trasladar a sede judicial, un problema en las relaciones personales entre los distintos jugadores que pueblan las dos competiciones. Uno de los casos más sonados es el que incumbe a Rory McIlroy y a Sergio García, quienes han cesado cualquier tipo de contacto a pesar de haber sido íntimos hace apenas unos años. Pero no es el único caso.
De hecho, los golfistas no han sido los únicos en sufrir las consecuencias de la creación de la gira árabe. Y es que el propio director ejecutivo del LIV, Greg Norman, ha reconocido recientemente que ha perdido algunas amistades desde que decidió formar parte de este proyecto. Lo confesó hace unas horas en el podcast “People I (Mostly) Admire”, al que acudió con motivo del reciente inicio de la nueva temporada del circuito de nuevo cuño en Mayakoba.
“Algunos de mis mejores amigos decidieron retirarme la palabra después de saber mi decisión de enrolarme en el LIV”, admitió el australiano al presentador Steve Levitt. “Es la decisión que ellos tomaron y no hay mucho más que decir con respecto a esto. Si no quieren volver a hablarme, pues que les vaya bien”, sentenció el deportista oceánico, una de las personalidades que se encuentran en boca de todos en toda esta problemática -cómo olvidar las palabras de Rory o de Tiger pidiendo que se apartara si quería que hubiera una mínima opción de resolver el problema-.
Una charla con multitud de momentos interesantes y que tuvo en el inicio del LIV otro de los puntos álgidos. De hecho, el propio Norman comparó el momento actual con el vivido por Jack Nicklaus y Arnold Palmer cuando decidieron romper con la PGA de América para formar el actual PGA Tour. Un discurso grandilocuente que muchos no están dispuestos a comprarlo.
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