¡Oh capitán, mi capitán! Parafraseando esta célebre frase interpretada por Robin Williams en El club de los poetas muertos se nos vienen a la mente un montón de anécdotas si repasamos la enorme trayectoria deportiva de José María Olazábal. Solo en el European Tour, el golfista guipuzcoano acumula 23 triunfos -dos Masters de Augusta entre ellos-, siendo el octavo jugador con más victorias en toda la historia de la gira. Además, más allá del putt de Kaymer, fue una de las caras visibles del Milagro de Medinah que dio a Europa un título por el que nadie daba un duro en la jornada de domingo.
Pero todo tiene un fin y Olazábal lo experimentó en sus carnes el pasado viernes sobre la hierba de Wentworth, la gran base de operaciones del circuito del viejo continente. Allí, el de Hondarribia se despidió de compañeros y aficionados como lo deben hacer todos los grandes: con la viva imagen de señorío que ha transmitido durante toda su carrera y con el aplauso unánime de todos cuantos componen el European Tour. “Durante toda la jornada de hoy he estado pensando en mi carrera y, especialmente, en este lugar”, comentó el español a los medios una vez que se deshizo de la emoción.
No en vano este campo lo vio aparecer sobre su superficie hace ya 33 años (1986), durante su temporada de rookie en la gira. Un segundo lugar en 1992 y el campeonato experimentado en 1994 forman ya parte de la memoria colectiva de un continente. Pero más allá de los resultados, lo que ha creado poso ha sido su forma de ser. Su cercanía, amabilidad y su exquisito toque con los hierros fue durante muchos años una de las atracciones de este torneo. Por eso no fue extraño ver al público rendido a sus pies en el green del 18. Una imagen que le hizo emocionarse y que grabará para siempre un recuerdo imborrable en nuestra mente.
“Cuando llegué al 18 miré a los aficionados y a un buen grupo de jugadores españoles. Fue ahí cuando me emocioné. Tuve que mirar hacia atrás”, reconoció el vasco con una sonrisa en el rostro. La sonrisa de quien se siente ganador aun cuando no termina primero. Wentworth te echará de menos, Ollie.