Le Golf National, sede parisina del Open de Francia, está muy duro y exigente. Tanto que la tropa española anda ‘tocada’ y solo José Mari Olazábal doma al viento y se está adaptando a las dificultades de un torneo que después de 54 hoyos dominan al alimón el inglés David Howell y el danés Andres Hansen.
Los números de ambos para liderar el torneo a estas alturas (-6) hablan por sí solos de lo que ocurre en París, y en el campo que será sede de la Ryder Cup de 2018. Mientras el título está abierto a una docena de jugadores, ninguno español, al menos Olazábal sigue derramando su maestría por las praderas de las afueras de París, lo cual es una gran noticia para el que será el capitán en septiembre de la Ryder Cup.
Solo seis hombres presentaron hoy tarjetas con menos de 70 golpes. Olazábal hizo uno abajo (70) y es vigésimo segundo a seis golpes de la cabeza pues figura la par del campo.
Ignacio Garrido también lucho hoy con éxito por el duro campo parisino (70 golpes) pero anda lejos de los puestos de vanguardia.
El surafricano George Coetzee (-5), el francés Raphael Jacquelin y el alemán Marcel Siem (ambos con -4) son las amenazas más cercanas para el dúo que lidera el torneo.