Estaba agazapado esperando una oportunidad que le ha llegado en la jornada del movimiento y tiene pinta de que va a luchar con uñas y dientes por poderla mantener. Hablamos de Louis Oosthuizen (64 golpes, -15), uno de los nombres más conocidos de cuantos pueblan las primeras plazas del SA Open y vigente defensor del torneo, que ha dado un golpe encima de la mesa en esta tercera ronda del evento nacional del país africano con una cartulina con siete birdies sin errores y aspira a renovar el campeonato de su país -una tarea que, desde que el evento pertenece al European Tour (1997) sólo ha logrado su compatriota Trevor Immelman (2003-2004)-.
No es el jugador que más birdies haya logrado en estos 54 primeros hoyos, pero sí el que mejor los ha rentabilizado después de acumular tan sólo un bogey -el cometido sobre la hierba de Firethorn en el 16 del viernes- y marchar como pez en el agua en un recorrido que conoce a la perfección y en el que parece que tenga que ocurrir algo muy gordo para que los demás lo puedan bajar de donde se encuentra a esta hora.
Una labor que tienen encomendada principalmente para este domingo el inglés Marcus Armitage (62 golpes, -14) y su compatriota Jaco Ahlers (68 golpes, -13), con quienes compartirá partido. De hecho, el británico podía haber tenido el honor de dar el último golpe de salida en el tee del 1 si no llega a ser por su inesperado bogey en el 18 que suavizó la meteórica tarjeta con proyección de 61 que se encontraba muy cerca de entregar. Seis birdies y dos eagles era el resultado que había cosechado hasta el momento el europeo, que se queda finalmente segundo en solitario en la víspera de lo que ocurra en unas horas.