El sudafricano pugna este domingo para hacerse con su segundo campeonato de forma consecutiva en el DP World Tour -una situación que ya se dio en las dos semanas previas con su compatriota Dean Burmester-. Y para ello Oosthuizen tuvo un sábado de muchos quilates después de una ronda en la que se anotó la friolera de hasta tres eagles. De hecho, uno de ellos fue considerado uno de los golpes de la jornada después de salvar con un excelso chip el bunker que resguardaba el green.
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