Papel más que digno de Pedro Oriol (71 golpes, -2) en el Tshwane Open sudafricano, donde todavía no conoce los números positivos en ninguno de los tres días y, pese a no pelear por la victoria al encontrarse muy retrasado en la tabla, sigue dejando destellos de lo que están siendo sus primeros torneos en este comienzo de curso en la gira del viejo continente. El madrileño lo está haciendo más que bien en esta vuelta al European Tour y a las pruebas nos remitimos.
Con este es el cuarto corte superado en cinco intentos para el deportista capitalino -solo erró hace unos días en Omán-, que sigue sumando poco a poco euros en su objetivo de conservar los derechos de juego para la próxima temporada. Sin ir más lejos esta jornada del movimiento en Sudáfrica ha puesto de manifiesto que si algo no se le puede poner en duda es la pelea semana a semana. Porque a pesar de que comenzó con un birdie en el 9, su bandera fetiche -lleva un acumulado de eagle, birdie, birdie en los tres días- un doblebogey en el 10 y un bogey en el 12 le devolvieron al sobre par.
Lejos de amilanarse, Oriol respondió con dos birdies en el 13 y el 15 para dejar todo como estaba y mandar un aviso a navegantes: el esfuerzo no va a estar en entredicho. Dos aciertos que le hacen quedarse en el T47 en un torneo que domina con mano de hierro el local George Coetzee (68 golpes, -14), quien aventaja en dos golpes al finlandés Mikko Korhonen (69 golpes, -12) y al inglés Sam Horsfield (64 golpes, -12).