Es cierto que no pudo darse las alegrías de la primera jornada sobre la hierba de este espectacular Fairmont St. Andrews, pero Adrián Otaegui (70 golpes, -12) tuvo el arrojo suficiente como para ganarle nuevamente la partida al complejo escocés y por si esto fuera poco, agarrar con fuerza el liderato del Scottish Championship. Eso sí, el guipuzcoano se ha visto obligado a compartir el privilegio con el inglés Matt Wallace (67 golpes, -12), que ha cuajado una gran ronda con cinco golpes por debajo del par del campo para meterse en el partido estelar de la jornada del movimiento.
Después de los diez birdies sin errores conseguidos el jueves, es lógico que Otaegui saliera con algo de respeto al campo. Después de todo, era muy complicado que el jugador vasco consiguiera superar la extraordinaria ronda de ayer. Quizá fue esta presión la que hizo que “El Pirata” se anotara hasta dos bogeys en las ocho primeras banderas, un complicado inicio que sólo pudo arreglar con el birdie del 15. Aunque Adrián se transformó tras el cruce y, al igual que en los primeros 18 hoyos, comenzó su festival de aciertos.
Birdies al 1, al 4, al 6 y al 7 y un único error en el 2 completaron una ronda con la que alcanzó finalmente el dos bajo par para establecer su puntuación en -12, aventajando en un impacto a un Aaron Rai (67 golpes, -11) que completa el podio antes de encarar las dos últimas rondas. Unos 36 hoyos finales en los que también estará Gonzalo Fernández-Castaño (73 golpes, -4) después de que el madrileño compensará un buen inicio con una segunda parte del recorrido con demasiados fallos.
Así, los dos birdies del 4 y el 8 terminaron por verse engullidos por los bogeys del 10 y el 13 y el doblebogey del 14 para, posteriormente, sellar la ronda con el birdie del 18. Lamentablemente, Alejandro Cañizares no estará entre los mejores después de retirarse tras la novena bandera cuando marchaba con un nueve sobre par.