Nadie dijo que fuera fácil conseguir la victoria en un torneo del European Tour, pero de momento uno de los más importantes pasos para obtenerla ya lo ha conseguido Adrián Otaegui (67 golpes, -15): situarse en una zona desde la que poder meterle presión al líder. No nos engañemos: será una tarea complicada, pero a buen seguro que el guipuzcoano pone toda la carne en el asador tal y como ha venido haciendo hasta ahora en los 54 hoyos disputados del English Championship.
La diferencia que lo separa de Andy Sullivan (64 golpes, -21) es de seis golpes después de que el inglés volviera a volar sobre la hierba del Hanbury Manor tras una cartulina con dos eagles, cinco birdies y sólo dos errores, aunque si algo ha demostrado el español desde el jueves es que no le está asustando ninguno de los retos a los que se está enfrentando en el complejo británico. Otaegui saltará el domingo al campo en el penúltimo partido del día –14:40 hora española- junto al sudafricano Brandon Stone (67 golpes, -15) con el objetivo de provocar un movimiento fuerte en las primeras horas que inquiete un mínimo a Sullivan.
Por ejemplo, le sentiría de fábula un comienzo como el que ha tenido en la jornada del movimiento, donde ha contado por birdies sus tres primeras banderas, algo que ha ido aumentando pese a los errores en el 4 y el 7. Y es que tres aciertos más en el 6, el 12 y el 17 han facilitado que el deportista vasco ascienda a la tercera plaza, a sólo un impacto de Steven Brown (66 golpes, -16).
El que también está cuajando una gran semana es Alejandro Cañizares (69 golpes, -11). El madrileño, pese a los dos últimos bogeys que lo bajaron de la zona alta de la tabla, completó un día con mucho acierto en los greenes y se sitúa en el Top 20, a sólo dos del Top 10 por el que luchará el domingo. Miguel Ángel Jiménez (74 golpes, -5), Pablo Larrazábal (74 golpes, -3) y Emilio Cuartero Blanco (73 golpes, -3), todos ellos con vueltas por encima del par, completan la actuación de la Armada.