Venía avisando durante las últimas semanas, pero no ha sido hasta esta segunda jornada del Qatar Masters cuando Adrián Otaegui (66 golpes, -11) ha tomado el toro por los cuernos para hacerse visible para el gran público en este 2018. Y es que el guipuzcoano ha vuelto a repetir la fórmula que utilizó en su debut sobre la hierba del impecable Doha GC para ostentar en solitario el liderato del evento con una suficiencia propia de quienes se sienten con fuerza para superar cualquier obstáculo que se ponga en su camino.
Siete birdies y solo un bogey fueron los números entregados por el jugador vasco, que sueña con volver a levantar un trofeo en el circuito del viejo continente -el primero en formato stroke play-. Números logrados en gran medida por un excelente aprovechamiento de las oportunidades y, sobre todo, un final de ronda de los que gustan. Tres birdies en las tres últimas banderas que le permitieron aventajar a Van Rooyen (66 golpes, -10), Pepperell (69 golpes, -10), Havret (69 golpes, -10) y Gallacher (66 golpes, -10) y ser uno de los privilegiados en participar en el partido estelar de la jornada del movimiento.
Pero no crean que esta fue la única alegría del día para la Armada. Y es que los nuestros gozaron de gran protagonismo este viernes después de que Pablo Larrazábal (67 golpes, -9), Álvaro Quirós (70 golpes, -8) y Gonzalo Fernández-Castaño (68 golpes, -8) se lucieran y finalizaran el día en el sexto y undécimo escalón de la tabla clasificatoria, respectivamente. Todos ellos mantienen viva la esperanza de alcanzar a Otaegui -solo les separan dos y tres golpes- y a buen seguro que lo intentarán en el tercer capítulo de este serial.
Scott Fernández (70 golpes, -5) y Nacho Elvira (69 golpes, -4) también serán parte del fin de semana al superar el cuatro bajo par necesario para hacer el corte, mientras que Pep Angles (70 golpes -1) y Carlos Pigem (74 golpes, Par) se van del país asiático con las manos vacías.