Dos se quedan, dos se van. Este sería grosso modo el resumen de los españoles en una emocionante jornada en el Paul Lawrie Match Play que nos ha dejado a Adrián Otaegui y a Alejandro Cañizares como únicos supervivientes de la Armada de cara a la ronda de octavos de final que se disputará en la mañana del sábado sobre la hierba del Golf Resort Bad Griesbach alemán. Y es que aunque Nacho Elvira y Jorge Campillo lo intentaron, acabaron sucumbiendo ante el buen hacer de Thomas Detry –verdugo en la ronda inaugural de Eduardo de la Riva– y del galés Jamie Donaldson, respectivamente. Aunque vayamos por partes.
Y es que nos complace anunciar que el donostiarra Adrián Otaegui se ha postulado con todo merecimiento para la que sería su primera victoria en el circuito del viejo continente –viendo el juego desplegado en estos dos primeros días razones no le faltan-. El deportista vasco, que llegaba a este segundo día con el listón alto del enorme encuentro disputado ante el francés Gary Stal –acumuló nueve birdies en las 16 banderas disputadas-, tampoco dio opción al italiano Nino Bertasio, quien solo fue capaz de plantear batalla en los nueve primeros hoyos.
En el tee del 10 el transalpino marchaba uno arriba, pero aquí cambió la película. Cuatro birdies en los cinco hoyos siguientes dinamitaron el partido, que como sucediera el jueves se acabó en el 16. 3&1 para el español y en octavos se las verá con el inglés Ashley Chesters, quien se ha impuesto por 2&1 ante el también italiano Edoardo Molinari. Mismo resultado que el protagonizado por el madrileño Alejandro Cañizares, que apeó del evento al anfitrión Paul Lawrie después de tener que luchar en las últimas banderas para recobrar una ventaja que el escocés le había quitado al inicio de los segundos nueve hoyos.
Así pues, el capitalino luchará este sábado en la ronda de octavos con el irlandés Paul Dunne, quien se deshizo del sueco Jens Fahrbring por 4&3.