Día complicado en la oficina para todo aquellos jugadores que salieron al Leopard Creek sudafricano este viernes dispuestos a realizar grandes rondas que los condujeran al fin de semana. Salvo para Pablo Larrazábal (69 golpes, -9), quien ha dado un golpe encima de la mesa para volver a entregar una tarjeta con grandes guarismos y subirse a lo más alto con momentos que recordaron al gran Pablo de hace unos años. Y como premio a uno de los mejores días de 2019 aventaja en tres impactos al local Branden Grace (70 golpes, -6) y al holandés Wil Besseling (73 golpes, -6), sus dos grandes perseguidores.
Y eso que por momentos parecía atragantársele el safari al barcelonés, que al término de los nueve primeros hoyos presentaba una cartulina en la que, aunque arrancó con un tempranero birdie en el 2, vivió un colapso en forma de doblebogey en el 7. Así pues, el español aparecía por el tee del 10 todavía en la zona noble, pero con un uno sobre par en la tarjeta. Una eventualidad que tardó apenas unos minutos en solventar, pues del 10 al 15 el catalán destrozó el complejo africano con dosis del mejor Golf.
Hasta cuatro birdies seguidos se apuntó Larrazábal del 10 al 13 y, aunque del par 4 del 14 salió con un error, volvió a cosechar un acierto en el 15 para entregar un grandísimo 69 que le permite quedarse al borde de los dobles dígitos en negativo llegado el ecuador de este primer evento del curso en el viejo continente. Un buen resultado al que acompaña el presentado por Adrián Otaegui (72 golpes, -3) que, a pesar de no haber sido uno de los 22 golfistas que jugaron por debajo del par en esta segunda manga, el par logrado lo deja en el séptimo lugar, a tres del podio.
No puede decir lo mismo Alejandro Cañizares (77 golpes, +5) quien, aunque ha conseguido salvar los muebles gracias al grandísimo resultado presentado el jueves, se descuelga de la cabeza y se queda apenas un impacto por encima de un Carlos Pigem (71 golpes, +1) que accede al fin de semana en su primera incursión del curso. Gonzalo Fernández-Cstaño (70 golpes, +4) y Sebastián García Rodríguez (78 golpes, +9) hacen las maletas antes de tiempo.