La bola se juega donde reposa, aunque el lugar que haya elegido el esférico para detenerse sea en un tablón de madera a escasos centímetros del agua. Y si no que se lo digan a Patrick Cantlay, que durante la disputa del par 3 del hoyo 14 en la última jornada del RBC Heritage tuvo que hacer frente a este interesante disparo después de estar a punto de irse al agua. Un golpe con mucho tino que le sirvió para salvar un bogey con el que aseguró poco después la tercera plaza del campeonato.
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