Volvió el golf del más alto nivel tras unas largas vacaciones y con él algunos de los mejores jugadores del planeta. El Plantation Course de Kapalua (Hawái) fue testigo de la primera jornada del Hyundai Tournament of Champions, un torneo que congrega a 32 vencedores del circuito norteamericano en 2015 –se echó de menos al estadounidense Jim Furyk, que continúa recuperándose de la contusión producida en el Deutsche Bank Championship del mes de septiembre a Rory McIlroy y Justin Rose que no acudieron a la cita-.
Y no ha decepcionado lo más mínimo, con 11 golfistas en una distancia de cuatro golpes, de entre los cuales ha sobresalido la figura de Patrick Reed, ganador en este mismo lugar hace doce meses tras batir en el PlayOff de desempate a su compatriota Jimmy Walker.
Reed, con unos últimos seis hoyos que rozaron la perfección –consiguió la friolera de cuatro birdies y un eagle en éstos- se aupó a lo más alto de la tabla clasificatoria con una tarjeta de -8, aventajando en un golpe a su más inmediato perseguidor, el texano Jordan Spieth.
El actual número uno mundial del golf demostró que no sólo ha llegado a Hawái para disfrutar de sus playas, sino que también tiene entre ceja y ceja sumar un título más a su colección. El joven deportista cuajó una ronda sin fallos con siete birdies que le permitieron colocarse a rebufo de Reed, quien tendrá que luchar de lo lindo para repetir título.
Tras Spieth, con seis golpes por debajo del par, se encuentra el trío conformado por los norteamericanos Brandt Snedeker y JB Holmes y el neozelandés Danny Lee, que se aprovecharon de su regularidad para colocarse dentro del grupo de cabeza que intentará pelear por el primer trofeo del año el fin de semana.