Ahora, cuando ya se ha consumado su bajada en el ranking mundial la pregunta es evidente: ¿qué le está pasando a Dustin Johnson? El bombardero estadounidense ha visto decrecer su grandísimo estado de forma -consiguió vencer en el Canadian Open y en el St. Jude Classic– hasta el punto de ser un mero espectador en estos PlayOff de la FedEx Cup. El norteamericano acumula un T11, un T7 y un T24 en el Northern Trust, Dell y BMW, respectivamente, y pocos lo señalan como uno de los grandes favoritos para hacerse con la FedEx Cup -a pesar de que una victoria en East Lake le bastaría-.
Y el problema viene porque, como el propio jugador señaló hace escasas horas a través de las redes sociales, su relación con Paulina Gretzky no está atravesando por el mejor de los momentos. De hecho, los rumores de una posible ruptura de la pareja se hicieron cada vez más grandes después de que el pasado fin de semana la propia mujer del jugador se encargara de borrar todas las fotos de Instagram en las que aparecía con el cañonero de las barras y estrellas.
Una acción que dio paso a las especulaciones y que finalmente provocaron que el martes DJ publicara un mensaje en la red social del pajarito azul. “Toda relación pasa por altibajos, pero lo más importante es que nos amamos mucho y nos comprometemos a ser una familia. Gracias por vuestro amor y apoyo”, sentenció el deportista, para el que todo esto puede ser un impedimento para poderse concentrar al cien por cien de cara a las últimas grandes citas que le quedan en este 2018: el Tour Championship y la Ryder Cup sobre suelo parisino. Como se suele decir en estos casos, el tiempo lo dirá.
Every relationship goes through its ups and downs, but most importantly, we love each other very much and are committed to being a family. Thank you for your love and support.
— Dustin Johnson (@DJohnsonPGA) September 11, 2018