Prometía mucho el debut del Tshwane Open sudafricano para nuestros tres representantes, pero tras una jornada aciaga casi nos vamos de vacío en este torneo que actúa de contrapeso bajo suelo africano del evento que está teniendo lugar estos días en México con los mejores del planeta. Y lo cierto es que nos ha sorprendido para mal, pues como veníamos comentando tanto Scott Fernández (78 golpes, +3) como Pep Anglés (77 golpes, +4) no han podido hacer buenos sus 18 hoyos iniciales, haciendo las maletas antes de tiempo y dejando a Pedro Oriol (69 golpes, -2) como único español en el campeonato.
Especialmente sorprendente ha sido lo del granadino, que ha tenido la ronda más fallona de lo que va de 2018 y, a pesar del iniciar el día desde la séptima plaza, se ha deslizado poco a poco hasta irse más allá de los 100 primeros lugares. ¿Su tarjeta? Un doblebogey, seis bogeys y un solitario birdie que no ha sido suficiente para permitirle disputar los postreros 18 hoyos.
Misma situación que la vivida por el barcelonés Pep Anglés, quien también había cuajado una gran imagen en los primeros compases de la aventura sudafricana. El deportista catalán sufrió los designios del Pretoria CC desde los primeros rayos de sol de este viernes y cuatro bogeys y un doblebogey en los siete primeros hoyos hicieron presagiar lo peor, algo que se cumplió al término de su decimoctava bandera. +6 en el día y el dos bajo par que acumulaba hasta la fecha quedó en saco roto.
Paradójicamente fue el madrileño Pedro Oriol -que en la primera ronda terminó al par- el que cumplió el objetivo de alcanzar el corte. Paradójico porque era el que peor lo tenía al arrancar desde el par y, sin embargo, el que mejor lo ha hecho gracias a tres birdies y un solitario bogey -claves esos dos aciertos en las dos últimas banderas-. Ahora bien, su -2 todavía se sitúa muy lejos de los guarismos de George Coetzee (64 golpes, -11), que aventaja en un impacto al finlandés Mikko Korhonen (64 golpes, -10) y al chileno Felipe Aguilar (67 golpes, -10).