Inmersos cada día más en el escenario Ryder Cup vamos conociendo detalles de los jugadores que acompañarán a Thomas Bjorn en solo unas cuantas semanas en la cita bianual más importante de este deporte. Al menos de los siete que conocemos hasta el momento, pues el Made in Denmark dictará sentencia por conocer quién será el octavo y último que logrará la clasificación matemática. Y en estas lides tenemos a un danés, Thorbjorn Olesen, y a dos ingleses como son Matthew Fitzpatrick y Eddie Pepperell.
Los británicos tienen una premisa clara para esta semana: ganar y esperar qué pasa con el escandinavo. De hecho, las opciones de Pepperell son remotas, con su victoria como cuestión impepinable y que Olesen se marche fuera del Top 10. Pero al menos tiene esta posibilidad y Eddie se ciñe al pie de la letra a ese refrán que dice que mientras hay vida hay esperanza. Un hilo de esperanza que, por cierto, tiene gracias a su actuación en Praga.
Su Top 9 sobre la hierba del Albatross Golf Resort le permite acogerse a las matemáticas. Y eso que el domingo no estuvo todo lo fino que hubiese deseado, con dos bogeys en los cuatro últimos hoyos que deslucieron un poco un magnífico torneo en el que desde bien temprano se colocó en los primeros lugares. Pero si a alguien no se le va a olvidar su actuación en la cuarta jornada es a este espectador, que recibió un regalo del inglés en forma de wedge después de haberle acompañado durante todo el recorrido y haberle insuflado ánimos en la ronda.
“Sí, le di el wedge porque fue el único al que escuché aplaudir en mi último approach. De hecho, si siguiera por aquí podría llevarse los otros trece palos”, comentó entre risas Pepperell al periodista una vez finalizó la ronda. Todo un personaje.