Hasta el mejor escribano echa un borrón alguna vez, que dice el refrán. Una cita que le viene como anillo al dedo a Mito Pereira, que luchó hasta el final por salir del PGA Championship con el trofeo Wanamaker bajo el brazo y que, sin embargo, se encontró con un amargo final que le privó incluso de acudir a la muerte súbita junto a Justin Thomas y a Will Zalatoris. Además de salir con par del 17, una bandera que se jugó claramente por debajo de su par (3,59), el deportista chileno cometió un error en la salida del 18 que lo condujo a un cruel doblebogey que lo condenó al tercer lugar.
“Hubiera sido mejor ganar, pero fue agradable ver allí a los muchachos”, dijo el deportista latinoamericano en referencia a su compatriota Joaquín Niemann, Abraham Ancer y Sebastián Muñoz, quienes siguieron atentamente cómo cortocircuitaba y enviaba directamente a bola al agua en la última bandera. “Ni siquiera pensaba en el agua. Solo quería ponerla en juego y supongo que apunté demasiado hacia la derecha”, comentó un desolado Pereira, que sufrió en sus carnes los nervios de un último día de Major.
“El primer día pensé que estaba nervioso. El segundo, un poco más. Y el tercero un poco más… Pero nada comparable con lo de este domingo. Ha sido un día difícil en todos los aspectos”, añadió el chileno, que buscó consuelo en el hombro de Scott McGuinness, su caddie.
“Le he comentado que tiene que mantener la cabeza alta. Ha sido una gran semana y seguro que le sirve para aprender muchas cosas. La próxima vez que esté en esta situación, lo hará mucho mejor. Se recuperará de esto porque tiene un talento enorme. No me cabe duda de que será uno de los mejores del mundo en poco tiempo”, sentenció.
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