Son los riesgos de la profesión, dirían algunos. Lo cierto es que no son poco los cámaras que se juegan el bigote, o algo más, cada semana buscando la mejor toma en cada uno de los golpes que ofrecen. Sirva de ejemplo el que vimos este jueves durante la primera jornada del Shell Houston Open donde se puede ver como la bola coge peligrosamente la línea del operador tras golpearla Phil Mickelson desde un camino de asfalto.
No cameramen were harmed during this golf shot. pic.twitter.com/6nKoZiZGjF
— PGA TOUR (@PGATOUR) 31 de marzo de 2017





