Lo cierto es que Phil Mickelson lo intentó de todas las formas posibles, pero hay días en los que cuesta más que salgan las cosas. Fíjense si no en lo que le ocurrió en el par 4 del hoyo 10, donde tras una salida en falso rozando el fuera de límites se enfrentó a un segundo golpe donde tenía todos los ingredientes que pediría el propio Lefty para sorprender al público. Desde el rough, golpeando de diestras y teniendo que atravesar por bajo una cerca de plástico. La lástima es que esta vez no le salió y no le quedó más remedio que droparse.