Jon Rahm nos hizo creer con mantenernos en vilo delante del televisor hasta última hora de la noche. Un extraordinario inicio de recorrido le permitió al vizcaíno meter presión a los líderes para mantener la esperanza de luchar por el ansiado triunfo en el último evento de la temporada. Y lo cierto es que golpes como estos no se merecían otro final.
El primero de ellos, un approach espectacular en el 6 tras partir la calle con el driver desde el tee de salida. El español tomó un hierro corto con las manos y su golpe se quedó a solo 30 centímetros del agujero después de un back spin de manual.
El segundo, con el palo más corto de su bolsa y desde el centro del green del 9. La distancia que le separaba del agujero eran casi diez metros, pero el León de Barrika no tuvo el más mínimo inconveniente en tirar un purazo impresionante que se coló sin miramientos.