Potente como un cañón y recto como una vela, así fue el golpazo de Bryson DeChambeau en el 15 de Medinah, un par 4 de 291 yardas (266 metros) del que el estadounidense salía con un eagle merced al tiro desde el tee con el que cazaba el green dejando la bola a la altura de la bandera. Un eagle con el que el restaba dos golpes al campo para alegría de sus compañeros que al menos no tuvieron esperar por su lentitud.