Seguramente no sea uno de los golfistas más queridos del circuito, pero es intolerable que este tipo de actitudes se lleven a cabo en un campo de golf. Porque, si hace unos días criticábamos a Sergio por una acción con su caddie y hermano, Víctor García, durante la última jornada del Open, no se nos puede pasar por alto el comportamiento de ciertos aficionados que piensan que con la entrada tienen patente de corso para gritar lo que quieran dentro del complejo. Y sentimos comunicarles que así no es como va el juego.
El último acto de rebeldía de estos pseudoaficionados -por llamarlos de alguna manera- se produjo hace escasas horas con motivo de las 18 primeras banderas del WGC-FedEx St. Jude Invitational sobre la hierba del TPC Southwind. Concretamente en la calle del hoyo 18, donde Ian Poulter se encontraba dispuesto a mandar la bola al green en su segundo impacto para tratar de elevar su cartulina hasta el cinco bajo par cuando un grito le sorprendió.
“¡Llévala al bunker!”, dijo esta persona, algo que escuchó a la perfección el británico. “¿Mereces estar aquí?”, le espetó directamente el inglés, antes de contactar con seguridad para proceder al desalojo de este individuo. Una acción que el histórico miembro de la Ryder Cup se encargó de explicar solo unos minutos después en los micrófonos de Sky Sports. “Puedo llegar a entender que soy inglés, que juego en el equipo europeo de la Ryder y que seguro que enfadé a alguno de estos muchachos cuando lo veían por televisión, pero cuando jugamos en un evento de talla mundial como éste y tienes tipos así es decepcionante”, comentó.
“Odio tener que expulsar a alguien, pero no deberíamos ser objeto de estos comentarios en estos tiempos. Lamentablemente, sucede cada vez con más frecuencia aunque la mayoría de las veces los ignoramos. Es una verdadera lástima, ya que es un torneo de las Series Mundiales que se juega en un gran campo y en el que hay una buena bolsa de premios. Todo lo que queremos es venir aquí y competir”, sentenció.