El inglés se empeñó en inscribir su nombre en el campo del Masters de Augusta… y no paró hasta conseguirlo. De hecho, este putt le permitió forzar el desempate en Houston, paso previo a su victoria
Calidad, determinación, fuerza, valor… Son solo algunas de las características que se le podrían aplicar al jugador inglés en la tarde del domingo. Y es que solo quien posee estas cualidades está capacitado para lograr algo tan alucinante en la última bandera del torneo. Hoyo 18, la bola a seis metros de la bandera y solo un golpe por detrás del líder. La obligación de embocarlo estaba ahí si quería guardarse todavía una opción de ganar el evento y acudir al Masters.
Miró, se cuadró, disparó y… ¡dentro! El júbilo estalló entre todos los presentes entorno al green del 18. Incluso en el propio Poulter, que se golpeó en repetidas ocasiones el pecho como diciendo: “Ey, que sigo aquí, no me queráis jubilar tan pronto”. Fue el golpe de la semana de un torneo que a buen seguro perdurará durante mucho tiempo en su retina.
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