Situación harto curiosa la que se produjo en el WGC-Match Play el pasado sábado y que tiene que ver con Ian Poulter. El jugador inglés cuajó un más que decente torneo, llegando a los cuartos de final después de deshacerse sin excesivos problemas en la Round Robin de Fleetwood, Berger y Chappell -este por concesión- y en octavos de Louis Oosthuizen, subcampeón en este mismo escenario en la edición de 2016.
Todo estaba yendo a pedir de boca para el británico, que volvía a demostrar su dureza en el 1 vs 1. Golpeaba bien, leía a la perfección los greenes e incluso se permitía el lujo liderar con solvencia la práctica totalidad de los partidos que disputó. Tal era su gran actuación que todos dieron por hecha su clasificación para el Masters de Augusta al meterse entre los 50 mejores del ranking mundial. Incluso los medios se hicieron eco de su billete a Georgia una vez que derrotó al sudafricano en la matinal del sábado. Pero ya les adelantamos que esta historia no tiene un final feliz -al menos, de momento-.
Y es que diez minutos antes de iniciar su duelo de cuartos de final contra Kevin Kisner, Poulter recibió un mensaje en su teléfono móvil en el que se le señalaba que los datos a los que hacían referencia los medios estaban mal y que necesitaría ganar sí o sí al estadounidense si quería estar entre los 50 mejores el lunes. No sabemos si esto le descentró, pero lo cierto es que el golfista europeo no dio pie con bola en todo el encuentro, cayendo derrotado por un esclarecedor 8&6 después de no anotar ni un solo birdie en las 12 banderas disputadas.
La entrevista a pie de campo solo unos minutos después de caer derrotado fue un fiel reflejo del enfado acumulado: “Creo que no debería escuchar a los demás”, comenzó diciendo Poults. “Terminas una ronda y la prensa y todos comienzan a decirte que estás en el Masters. Sin embargo, diez minutos antes de iniciar el siguiente partido te dicen que no, que han cometido un error y que no, que no estás dentro”, señaló visiblemente enojado.
Efectivamente, Poulter ha amanecido este lunes en el puesto 51, a tres centésimas de Si Woo Kim. Ahora bien, el británico tiene todavía un as en la manga. Y es que una victoria en el Houston Open le daría el pasaje para la primera gran cita del curso… Si los números no vuelven a fallar, claro.
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