Decíamos hace unos días que Ian Poulter (65 golpes, -14) todavía tendría una última oportunidad de lograr el último billete al Masters de Augusta tras la “jugarreta” del pasado fin de semana en el WGC-Match Play. Y parece que el inglés ha venido a Houston con la lección bien aprendida después de lo vivido en el pasado Campeonato del Mundo. Quizá sea por eso que el británico, que el pasado jueves se fue hasta los 73 golpes, ha retomado el rumbo en las dos rondas siguientes hasta liderar el torneo con un sábado de muchos quilates.
Ni más ni menos que siete birdies sin errores consiguió el veterano jugador en la jornada del movimiento, una puntuación que le ha permitido ascender como la espuma desde el T22 hasta el primer puesto. Con unas estadísticas brutales tanto en la precisión desde el tee –78 por ciento de calles cogidas- como de cara al green –89 por ciento de greenes en regulación- Poulter se ha dado una opción de ser el último integrante del campo más bajo en los últimos años del primer Major de la temporada.
Aunque para ello deberá deshacerse primero del estadounidense Beau Hossler (69 golpes, -14) y mantenerse ojo avizor con Greg Chalmers (65 golpes, -12), Emiliano Grillo (67 golpes, -12), Kevin Tway (69 golpes, -12) y el irlandés Paul Dunne (69 golpes, -12), los cuatro jugadores que se encuentran a solo dos golpes del europeo y el norteamericano. Más que nada porque ninguno de ellos tiene asegurada su plaza en Georgia y buscarán por todos los medios ser de la partida en una de las citas ineludibles para todos los amantes del Golf.
Por lo que respecta al Web dot com Tour, el estadounidense Sam Burns (65 golpes, -14) mantiene la ventaja en cabeza con hasta 20 jugadores en apenas cinco impactos de distancia y deberá seguir en sus trece si quiere sumar la primera victoria de su carrera en uno de los mejores circuitos del mundo.