Tiger Woods firmó una vuelta de 73 golpes en el Blue Monster en unas durísimas condiciones pero dejó destellos de su grandísima categoría con este putt embocado desde 91 pies (casi 28 metros) en el hoyo 4, par 3, para birdie.
«Es tan sólo una de esas cosas», dijo. «Sólo traté de dejar la bola cerca, no puedo recordar la última vez que hice un putt desde tan lejos.» Tiger que no parece sonreir mucho estos días se olvidó de su lesión en la espalda en el momento que entraba la bola, levantó los brazos y dejó escapar una sonrisa.





