Vaya susto se llevó Zach Johnson. El norteamericano se encontraba en el hoyo 16 para tratar de embocar un putt de nueve metros y medio y situarse colíder del torneo junto a su compatriota Tom Gillis. Todo era calma, tranquilidad. Sin embargo, en el momento de máxima concentración un ruido sobresaltó a los presentes –y más aún a Johnson–. Un cañón de aire resonó por todos los rincones del Deere Run. Después, con el pánico en el cuerpo, no pudo embocar el putt y se cortó la remontada que había iniciado en los primeros 9 hoyos. Una auténtica lástima, porque se avecinaba una bonita lucha junto a Spieth.