Lo tenía prácticamente en su mano, pero un error de bulto en el hoyo 16 ha echado por tierra las posibilidades de victoria de Jason Day (-3) en el Bridgestone Invitational, último campeonato de las Series Mundiales de la presente temporada. El australiano salió junto a Scott Piercy (-5) en el último partido del día, e incluso empezó muy bien, con un gran eagle en el hoyo dos que le colocó por delante en la clasificación, pero no fue suficiente para lograr su octavo título en el PGA en los últimos 12 meses.
Y todo por culpa de un final de ronda cargado de errores, que comenzaron en el par 3 del hoyo 15, cuando no fue capaz de embocar un putt de menos de metro y medio para hacer el par y seguir manteniendo el liderato en solitario del evento. El “cuatro” le hizo daño, pero lo pasó mucho peor en el 16, un par 5 al que llegaba pensando que podía tener opciones claras de birdie. Pero sucedió todo lo contrario. Una escapada tremenda desde el tee, unida a un impacto directo hacia el agua, provocaron que el aussie sumara un doblebogey que dejó la victoria en bandeja a Dustin Johnson (-6).
El último ganador del US Open se ha aprovechado de los fallos de sus rivales y, entregando una de las mejores cartulinas del día con -4, le ha levantado el torneo al número 1 del mundo –algo que vive por primera vez en su vida siendo el gran beneficiado-. El bombardero de Columbia, al contrario que el australiano, cuajó un final de vuelta realmente bueno con tres birdies y un bogey en las últimas seis banderas, méritos más que suficientes para adjudicarse su segunda victoria consecutiva en Estados Unidos, tercera en unas Series Mundiales y onceava en toda su carrera.
Mucho cuidado con DJ, que avanza como un rodillo en la semana previa de su viaje a Escocia para intentar superar el segundo puesto que logró allá por 2011. Nadie se lo pondrá fácil, pero de momento se ha ganado con creces ostentar la vitola de gran favorito para levantar la Jarra de Clarete.