Ya el pasado año vimos a dos jóvenes hermanos, Héctor y Eduardo, seguir a Rory McIlroy sobre el campo y como ambos derramaban sus lágrimas al ver como su ídolo quedaba segundo por detrás de Dustin Johnson, un gesto que fue recompensado con el regalo de unos zapatos firmados por el actual número uno del mundo. Un regalo que se quedó pequeño este año tras ver la sorpresa que McIlroy les tenía preparado que no era otro que pasear y charlar con ellos por dentro de cuerdas e incluso hacer un desafío en el putting green. Y es que… cuesta tan poco hacer felices a unos niños.
When @McIlroyRory fell short of victory last season, Eduardo and Héctor were brought to tears.
This year, they got the chance to walk inside the ropes and spend some time with their idol on the course. pic.twitter.com/dz0trXX5gV
— PGA TOUR (@PGATOUR) February 21, 2020