El golf español no pierde el ritmo en Wentworth, la casa del Tour europeo. Álvaro Quirós (-7) y Rafael Cabrera-Bello (-6) se instalaron en el ‘top-6’ después de los 36 primeros hoyos del Campeonato de la PGA.
Quirós y Cabrera-Bello (sendos 70 golpes el viernes) conservan la línea de juego de la semana pasada en Málaga, aunque el primero está arriba porque ha mejorado con el ‘putt’, el palo que le trae por la calle de la amargura.
Las noticias son buenas por parte española, por el trabajo sobresaliente de los dos citados, por la catarsis de Pablo Martín (decimocuarto con dos rondas bajo par y -5), y por el pasaporte bien ganado para el fin de semana de los veteranos Miguel Ángel Jiménez y José María Olazábal, este último pese a su triple ‘bogey’ en el último hoyo del 18.
Pero Wentworth, a pesar del buen devenir de la mitad de españoles en el torneo, las angustias han sido devastadoras y las sorpresas, mayúsculas.
Y a fe que Donald, con sus zapatos para la ocasión (VER Ojo de Halcón), lo puede conseguir porque han abandonado Wentworth y por la puerta de atrás las estrellas del golf británico, europeo y mundial: Rory McIlroy (74+79) y Graeme McDowell (74+73), con Lee Westwood (70+75) ya lastrado por quedar dentro del torneo pero al filo del corte.
La salida del líder mundial McIlroy del torneo emblemático del Tour europeo -su segundo corte consecutivo fallado tras el The Players- ha sido especialmente turbulenta. El primer día destrozó un palo en una rabieta, y el viernes anotó 79 golpes (+7), con dos doble ‘bogeys’ y muchos, pero que muchos errores.
Mientras el líder del ránking mundial, McIlroy, y supuesto cabeza de cartel del equipo europeo para la Ryder Cup de septiembre ha ofrecido un extraño golf, el capitán para esa cita en los Estados Unidos, Olazábal, camina bajo par, se enfrenta a otras dos rondas en el torneo que ganó hace 18 años y aún le espera una más, el lunes, en la previa de clasificación en Inglaterra para el Open EE.UU del mes de junio.
El liderato sostenido de Morrison, la huída de McIlroy y la gran fortaleza de Olazábal son esas cosas que hacen del golf un deporte inescrutable.