“Estoy muy contento de jugar Match-Play, me encanta esta modalidad pero hay pocos torneos así. Ganar a Martin Kaymer jugando bien me da mucha confianza para el resto del torneo. Hoy he empezado nervioso, quizá por los fantasmas de mi último partido Match-Play (contra Jason Day en el Accenture, en el que perdió), pero después me he tranquilizado.
He empezado fuerte. No es que me proponga ponerme por delante en los primeros hoyos, pero si eso ocurre, mejor. Es más fácil meter un putt comprometido si vas por delante que si vas empatado. De todas formas, empezar por delante no te garantiza la victoria.
Ganar a Kaymer ha sido importante, pero si jugáramos 100 veces, él me ganaría la mayoría; a un partido todo puede pasar. Por eso mañana, aunque juegue con un rival en teoría más débil, no puedo confiarme.
No he hecho la cuenta exacta del puesto en el que tengo que terminar para meterme en el US Open. Hay más jugadores en la misma situación y también depende de lo que hagan ellos. Sé que si llego a la final, entro seguro».