Rafa Cabrera Bello tuvo el comienzo soñado de cualquier jugador en la tercera jornada del WGC-México Championship al anotar un maravilloso eagle tras cazar de uno el primer hoyo del CG Chapultepec, un par 4 de 288 metros para el que empleó una «simple» madera. Un golpazo con el que dejaba la bola a la altura de una bandera situada a fondo del green rematado con un gran putt con el que restaba dos golpes al campo.