Lo tenía muy complicado para poder acceder al fin de semana en Detroit y, pese a que lo intentó durante todo el viernes, las cosas no salieron como esperaba. Rafa Cabrera Bello (75 golpes, +4) se despide a las primeras de cambio del torneo, tal y como le sucedió hace unos días en el Travelers, y empieza a tener complicada la posibilidad de retener los derechos de juego para el próximo curso a falta de sólo cinco torneos regulares esta temporada.
Un jarro de agua fría a sus aspiraciones, que pasaban por la renuncia a los Juegos Olímpicos como paso previo a centrarse en su objetivo en el PGA Tour. Sin embargo, si el jueves acabó entregando una cartulina con 73 impactos -en las dos banderas que le restaban acumuló un acierto y un error-, este viernes acabó anotándose cuatro bogeys y un solitario birdie con los que fue a parar a uno de los últimos lugares de la clasificación.
Una vuelta que empezó a tomar mal color desde bien temprano con ese error en la primera bandera y que, pese a lo mucho que lo intentó, no fue capaz de darle la vuelta. Y es que, a este error inicial, le añadió otro fallo más en el 15 -inició el día por el 10– poco antes de lograr en el 17 el único birdie de toda la jornada. Tras ellos, la segunda parte del recorrido se convirtió en un querer y no poder y dos errores más dieron por finiquitada una actuación que lo aleja de ese Top 125 que ganará la tarjeta completa.
En la parte alta, cambio de líder. Y es que tanto Joaquín Niemann (69 golpes, -10) como Tom Lewis (69 golpes, -10) han alcanzado los dobles dígitos en negativo para ganarse un lugar en el partido estelar de la jornada del movimiento. Eso sí, la igualdad es la tónica reinante -hasta 33 jugadores se encuentran en apenas cuatro impactos– y no se puede descartar otro baile de nombres durante las próximas horas.