Tras muchas semanas de sinsabores y después de que la espada de Damocles de no continuar en el PGA Tour se encuentre sobre su cabeza, parece que Rafa Cabrera Bello (70 golpes, -2) ha encontrado en este Valero Texas Open la reacción que venía buscando en los últimos torneos. El grancanario, que incluso llegó a coquetear con el podio tras un inicio primoroso con dos birdies en las tres primeras banderas que disputó, no le perdió la cara a la ronda en ningún momento y firmó unas estadísticas de mucho mérito que lo sitúan a estas alturas en el Top 13, muy cerca de los mejores.
Con más de un 60 por ciento de acierto tanto en calles cogidas como en greenes en regulación, Rafa dio un golpe encima de la mesa en su debut sobre la hierba del TPC San Antonio que le permite afrontar algo más sosegado una jornada de viernes en la que, después de mucho tiempo, no tiene encima la presión de caer eliminado al más mínimo resbalón. El isleño se ha dado un colchón de golpes y eso le ha facilitado la tarea de no ponerse nervioso, aunque los fallos fueran llegando durante el transcurso de su ronda.
Así, a pesar de bogey en el 5, Rafa lo solucionó a las mil maravillas con el birdie en el 8. Algo que repitió unos cuantos minutos después con la respuesta dada en el 14 al error en el 13. De este modo, el único miembro de la Armada esta semana en suelo texano se queda a un golpe de los diez mejores jugadores de la primera manga y se sitúa a cuatro de un podio que comanda el colombiano Camilo Villegas (64 golpes, -8) después de aventajar en dos impactos tanto al surcoreano Sung Kang (66 golpes, -6) como al norteamericano Cameron Tringale (66 golpes, -6).