Está costando arrancar, pero poco a poco vamos viendo otra versión de Rafa Cabrera-Bello (69 golpes, -2) quien, esta vez sí, ha conseguido bajar de los 70 impactos para subir unas cuantas posiciones en la tabla y situar su tarjeta en los guarismos en negativo. Con un recorrido más sosegado que el que llevó a cabo el jueves, el grancanario optó por lo que debe hacerse cuando el juego no es todo lo fluido que se quisiera: aprovechar al máximo los pares cinco e intentar llevar el resto de hoyos como mejor se pueda evitando los errores.
De hecho, a la vista está. De los cuatro pares cinco con los que cuenta el TPC Kuala Lumpur, el español sacó rédito en tres, lo que junto al birdie en el par 4 del 17 y el único error del día en el 12 le hicieron entregar una cartulina con tres bajo par. Así pues, el único jugador de la Armada de la semana en el mejor circuito del mundo se encuentra con un dos bajo par llegado el ecuador del campeonato, abandonando las últimas plazas del evento y dando un pequeño salto hacia el Top 50.
Ahora bien, como ya le ocurrió en su debut, se encuentra muy lejos de las primeras posiciones. Ni más ni menos que a doce golpes del estadounidense Gary Woodland (61 golpes, -14) y del australiano Marc Leishman (62 golpes, -14), dos jugadores que ya saben lo que es ganar en el PGA Tour. Ambos deportistas, además, se han situado al frente de la tabla con dos grandísimas vueltas que han hecho olvidar de un plumazo sus inicios de torneo. El primero acumuló hasta once birdies sin error, mientras que el segundo se quedó en una aseada cartulina con diez aciertos y cero fallos.
Dos vueltas sublimes que les permiten aventajar en un impacto al indio Shubhankar Sharma (64 golpes, -13), al que no veíamos en esta tesitura desde su irrupción en el European Tour, y al inglés Paul Casey (65 golpes, -13), primer europeo del evento y único dentro del Top 30. Unos datos que invitan a soñar con un igualado final en el país asiático.