Hemos tenido que esperar cuatro días para ver al Rafa Cabrera-Bello (66 golpes, -8) que recordábamos de los últimos meses. El jugador grancanario, que ha ido a contracorriente desde que comenzó el CIMB Classic el pasado jueves, ha podido desplegar todas sus armas este domingo para marcharse de Kuala Lumpur con un buen sabor de boca y apartar de un plumazo los fantasmas que habían pesado sobre su juego durante las tres rondas anteriores.
Amparado por un gran acierto y mostrándose reticente a cometer los errores que le condenaron hace apenas 24 horas -recordamos que no aprovechó ni uno solo de los pares cinco de este TPC Kuala Lumpur-, el golfista isleño llegó este domingo al complejo malayo dispuesto a dar por cerrado su primer torneo de la temporada en el PGA Tour con unas sensaciones que inviten a soñar con próximas conquistas. Y vaya si lo consiguió.
Hasta seis birdies sumó el español en los últimos 18 hoyos y, lo que es más importante, consiguió huir de los errores para entregar una cartulina pulcra que lo llevó directo al Top 50 del evento. Eso sí, muy lejos de los primeros clasificados de la tabla, que se fueron más allá de las dos decenas de golpes negativos demostrando una vez más que aquel que tenga una gran capacidad de hacer birdies tiene mucho camino recorrido en la gira.
El ganador final fue el australiano Marc Leishman (65, -26), que se aprovechó de los tropiezos del indio Shubhankar Sharma (72, -19) y del estadounidense Gary Woodland (71, -20) para llevarse a casa la cuarta victoria de su carrera en el PGA Tour. El jugador oceánico aventajó en cinco golpes al argentino Emiliano Grillo (66, -21) y a sus compatriotas Chesson Hadley (66, -21) y Bronson Burgoon (68, -21).