Esta vez no hubo sorpresas desagradables durante la jornada de viernes y Rafa Cabrera Bello (71 golpes, -3) ha podido confirmar su presencia para las dos rondas finales de un evento del PGA Tour. El grancanario, que venía de una dolorosa eliminación hace siete días en la República Dominicana, le ha tomado el pulso a la competición y llega al ecuador del Valero Texas Open -última prueba antes de que nos enfrentemos al Masters de Augusta– como Top 14, a sólo un impacto de una la zona noble del evento que sería una bendición de cara a los puntos para la clasificación de la FedEx Cup.
Las cosas, de hecho, podían haber ido incluso mejor después de los nueve primeros hoyos disputados por el deportista grancanario. En ellos, Rafa dejó muestras de su calidad con tres birdies sin errores que lo situaron en pleno Top 10, peleando incluso la posibilidad de hacerse un hueco en el podio del torneo. La lástima es que toda esta ventaja acumulada la perdió en un abrir y cerrar de ojos con el doblebogey del 1 y el bogey del 2 que ponían de nuevo su cartulina en la casilla de salida para rememorar viejos fantasmas.
Pero la sangre no terminó llegando al río y un birdie en el 6 fue lo único que se volvió a apuntar el deportista isleño en la cartulina gracias a unas estadísticas que, si bien no estuvieron todo lo bien que hubiera deseado en los greenes, sí que le sacaron de algún apuro gracias a su casi 80 por ciento de acierto tanto en calles cogidas como en greenes en regulación. Un resultado que le deja la puerta abierta a pelear todavía por el podio del torneo, del que se queda a cuatro impactos.
Aquí, Jordan Spieth (70 golpes, -7), Matt Wallace (68 golpes, -7) y Cameron Tringale (69 golpes, -9) se citarán este sábado en el último encuentro de la jornada del movimiento para tratar de coger algo de ventaja de cara a una ronda dominical que tiene pinta de que será muy emocionante.