Las espadas en todo lo alto después de la ronda sabatina en el CareerBuilder y Jon Rahm (70 golpes, -17) continúa siendo uno de los pocos jugadores que ha peleado desde el comienzo por la victoria. El español, fiel a su estilo guerrero, saldrá en uno de los últimos partidos del domingo con una misión clara: dar caza al estadounidense Austin Cook (64 golpes, -19), quien ha aprovechado su encuentro con La Quinta -la rotación más floja del campeonato- para firmar un destacable ocho bajo par y quedarse líder en solitario bordeando las dos decenas en negativo.
Quizá no haya sido el mejor día para el León de Barrika, pero tiene que quedarse con que sigue arriba después de todo por lo que ha pasado este sábado en su primer encontronazo con el Stadium Course -que no es poco-. Las estadísticas de Rahm distaron mucho de las presentadas en los dos primeros días –35 por ciento de calles cogidas y 50 por ciento de greenes en regulación-. Y se acabó notando en los bogeys.
Hasta cuatro entregó en el tercer día, el doble de los acumulados hasta el momento, con una parte final que le privó de haber compartido liderato. Y eso que salió muy bien del primero que cometió en el par 3 del hoyo 4, pues cinco birdies sin errores en el 5, 6, 8, 10 y 11 le permitieron volver a tomarle el pulso a la ronda. Pero un putt marrado para birdie en el 12 desde metro y medio fue el inicio de un desacertado final.
Bogeys en el 13, el 15 y el 17, edulcorados por un nuevo birdie en el 16 hicieron que el único representante de la Armada esta semana en el PGA Tour descendiera al cuarto puesto, empatado con Scott Piercy (66 golpes, -17), a un golpe de Piller (67 golpes, -18) y Landry (70 golpes, -18) y a dos del mencionado Cook. Agárrense, porque esta tarde noche en España seguro que tendremos curvas.